DE DONDE VIENEN?

martes, 17 de agosto de 2010

Aprendí que: cuando se trata de errores, casi siempre soy la que gana (si se puede decir que uno gana con los errores) algo más que el aprendizaje del error. Ensayo y error, ensayo y error. Aprendí que, cuando se trata de mentiras, vos eras el que se llevaba el premio; no se si me mentías para hacerme felíz, o porque tu cobardía no te permitía más. Aprendí que, cuando se trata de inteligencia, no siempre dí lo mejor de mí. Me dejé llevar por impulsos, y me dejé pisotear por vos, y "tu gente". Cuando se trata de amor, el que me llenaba de verdad no eras vos, sino él; una mezcla de su personalidad y tus besos. Perverso y hasta inexplicable pero fervientemente afirmo, que era el amor de mi vida. No fué el quién me engañó, más que unas mil veces, y vos con una tiraste todo abajo. En cambio de él, su personalidad decía todo; cuando me metí con vos, me metí con un tipo fiel y comprensivo. Cuando me metí con él, me metí con un tipo malo e interesante. Alguien de quien me esperaría todo (lo malo y lo bueno) y con vos, simplemente, fué una decepción. De él no me decepcioné porque ya conocía la clase de persona que era, y aún así la aceptaba. Pero vos, te llevaste todos los premios, en mentiroso, inútil, ingenuo, y pelotudo. Sobre todo pelotudo. Me perdiste, y de la manera más tonta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario