DE DONDE VIENEN?

domingo, 22 de agosto de 2010

Querìa meterme dentro de èl y no sabìa como...
Querìa mirarlo, abrazarlo, tocarlo, mimarlo, besarlo, recorrerlo, atravesarlo, cansarlo, agobiarlo, matarlo, usarlo, tomarlo, manosearlo, atravesarlo, volverlo loco, incitarlo, no sè, TODO. Y no se me ocurrìa ni una palabra. En vez de eso dejaba que mis besos le dijeran lo loca qe me vuelve, lo mucho que me encanta, lo mucho que lo quiero y lo mucho que lo extraño cuando no lo tengo.
Aunque no sea lo que màs me gusta de los dos, me apasiona la forma en que nos tratamos y miramos... Sus besos. Cuando reposan mis manos sobre èl puedo sentìr que se le eriza la piel. Y nos vamos descubriendo.
QUERÌAMOS!
QUERÌAMOS!
QUERÌAMOS!
En cada beso daba todo de mi. Lo sentìa y me acuerdo muy bien que apenas podìa cerrar los ojos, tengo la imagen fija de sus ojos perlados, algo rojizoz, verdes...
Y seguìa sin decir nada.
Èl solo podìa mirarme.
Yo besarlo.
Terminè sin aire, agobiada, muerta. Muerta por èl.
Estàba como ausente, pero a la vez ahì viviendo cada minuto.
Lo disfrutò.

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