DE DONDE VIENEN?

jueves, 7 de octubre de 2010

Y de eso estamos en busca, todo el tiempo. No nos damos cuenta.

Buscamos a esa persona que nos salve, esa que en alguna parte, en algún lugar que desconocemos, nos esta pensando también... imagina cómo seremos, se pregunta cuándo llegaremos.
Esperamos a esa persona que, estamos seguros, va a ser capaz de llevarnos lejos de todos nuestros miedos, todas nuestras frustraciones y descepciones... lejos de todo lo malo que nos pase y nos pasó, lejos de cualquier dolor.
Una persona capaz de arrastrarnos fuera de todo eso de lo que solos no sabemos separarnos.
Necesitamos a otro, que nos lleve tan pero tan lejos, tan pero tan alto, que perdamos todo eso de vista, hasta que sea sólo luz... y es todo tan mágico que no se puede describir.
Eso si, (no quiero descepcionarte, solamente soy sincera), en algún momento tu mano tan fuertemente aferrada a la del otro se suelta, sin importar si en tu mente cabían o no posibilidades de que eso pasara.
Y la caida duele. Duele más que nada, duele como nunca nada dolió antes. Y no queres volver a subir, con nadie más. Nadie sabe llevarte.
Preferis tus miedos, frustraciones y descepciones cerca, porque ninguna produce dolor más grande que esa persona que así como te SALVO, te dejo MORIR.
Don't worry!
Es solo cuestión de tiempo. Todo ese dolor va a quedar a un lado; es solo cuestión de horas, días, meses tal vez, lo que sea, es sólo tiempo... para volver a confiar ciegamente en tu supuesto héroe, otro que crees tu salvación. Lo que buscaste toda tu vida.
Dolió y creciste, pero nada te asegura no tropezar dos, tres, cinco, DIEZ veces con la misma piedra; sos humano. No sabes escapar de esa trampa.
Vas a volver a caer.


ESTAMOS SOLOS.

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