No entiendo cómo fue, que terminaste conociéndome mejor que yo misma, entendiendo qué hacer en las situaciones que yo no sé manejar, incluso cuando tratan de mi misma.
Me acostumbraste a una forma de vida que no conocía, me pusiste en el lugar más importante y desde que estoy con vos sé lo que se siente ser la total prioridad de otro. Se lo que significa que te hagan sentir una princesa (la única del mundo), se lo que se siente que te consientan; que todo se haga o no dependiendo de tu aprobación.
Me enseñaste lo que es sentir, aún no estando en contacto, que desde otro lugar te necesitan, lo que se siente saber que te están extrañando y que están pensando en vos.
Que tenes para dar lo que puede completar a alguien más, pero que es correspondido para una sola persona, y a veces, (solo muy pocas veces), tenes la suerte de hallarla. La misma que nosotros tuvimos al habernos encontrado.
Vos sacaste lo mejor de mi, no elegiría más que entregártelo por completo a vos, cada día de mi vida.
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