Estábamos solos en la habitación, oyendo el silencio que de alguna extraña pero hermosa forma, nos mantenía conectados.
Te sentía cerca, y solo así quería tenerte. Aunque la proximidad de nuestros cuerpos nunca era suficiente, y así mucho menos el tiempoque permanecíamos juntos.
Ni aunque compartiéramos cada segundo hasta el término de nuestras vidas alcanzaría para hacerme sentir que los momentos a tu lado fueron todos los que hubiese elegido pasar.
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