Era un día fresco y hermoso, de esos que te obligan a poner la cara al sol con los ojos cerrados para buscar calor. Entonces algo me tapó el sol, primero pensé que era una nube, después que era un ladrón y después dejé de inventar y abrí los ojos.
Me saludó un chico que conocía de algún lado pero que en mi memoria estaba borroso.
Fruncí el ceño y le dije:
- Te conozco de algún lado.
- Qué mala memoria! Podría usar eso a mi favor. (Dijo)
Junté la boca toda para el costado izquierdo e intenté adivinar...
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